La capacidad de cómputo se cuantifica según el consumo de energía de las instancias de cómputo, utilizando los Vatios Hora (Wh) como unidad estándar de medida.

La capacidad de almacenamiento se factura en función del uso máximo diario. Los objetos con cualquier actividad (lectura, escritura, eliminación) en los últimos 30 días se clasifican como almacenamiento caliente, mientras que los objetos inactivos se consideran almacenamiento frío. Además, todas las operaciones de almacenamiento generan costos de cómputo.